lunes, 9 de septiembre de 2013

La importancia de ser BILINGÜE



No solo es clave para mejorar las perspectivas laborales, también tiene grandes beneficios para el cerebro.

Hablar dos o más idiomas es una cualidad en alza, ya que aumenta las posibilidades de acceder a un puesto de trabajo o de disfrutar de un viaje en el extranjero. Pero no son sus únicas ventajas. Los últimos estudios neurocientíficos revelan que ser bilingüe incrementa la capacidad de concentración y retrasa el envejecimiento, entre otros.

En cuanto más nos convertimos en políglotas, mayores serán los beneficios. Es la conclusión a la que ha llegado Andrea Mechelli, jefa del equipo de investigación del University College de Londres, estudiando el cerebro de un centenar de sujetos. Hablar más de una lengua desarrolla nuestra materia gris, es decir, el área del cerebro que procesa la información, prácticamente del mismo modo que el ejercicio físico fortalece los músculos. En concreto, sus experimentos indican que la densidad de este componente es mayor en la corteza parietal inferior izquierda en los bilingües, y que el efecto crece bastante cuando se aprende el segundo idioma durante las primeras etapas de la vida. De acuerdo con Mechelli, sería aconsejable estudiar idiomas antes de los 10 años de edad, y óptimo antes de los cinco. Aún más beneficioso es que, siendo bebés, escuchemos a nuestros padres hablar en diferentes idiomas. Una investigación italiana revelaba que los niños que han oído más de una lengua mientras crecían tienen el cerebro entrenado para aprender mucho más rápido (y antes) todo tipo de habilidades y destrezas que lo monolingües.

A los neurocientíficos tampoco les cabe la menos duda de que la competencia desarrolla la capacidad del cerebro para resolver problemas “es como si pudiéramos concentrarnos mejor conduciendo en la carretera, evitando estar pendientes de otras informaciones que nos distraen”, afirma la psicóloga canadiense Ellen Bialystok. Sus estudios indican que los bilingües son capaces de detectar mejor los estímulos confusos o contradictorios, así como señales engañosas. Y que, incluso en edades avanzadas, este aprendizaje resulta muy provechoso, ya que retrasa a aparición del alzheimer al menos durante cuatro años.

Pero la lista de ventajas no termina aquí. Estudios de la Universidad de Umea (Suecia) han informado de que cuando aprendemos idiomas nuestro cerebro aumenta de tamaño. Además el bilingüismo afina el oído y mejora la capacidad de codificar los sonidos y de mantener conversaciones en entornos ruidosos. A lo que se suma que los científicos de la Universidad Estatal de Wayne han demostrado que aumenta la flexibilidad cognitiva, es decir, la capacidad para adaptarnos a circunstancias desconocidas o inesperadas, una vez que alcanzamos la tercera edad. Y es que la gimnasia cerebral que supone pasar de un idioma a otro perfecciona la capacidad de manejar situaciones de multitarea sin perder ni un ápice la concentración.


INMA

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