
Un niño cuando sonríe, te hace olvidar tus penas, tus lamentos.
Su sonrisa es mágica, irresistible, maravillosa.
La sonrisa de un niño, da vida a la nuestra.
Inunda nuestros corazones de esperanzas, de futuro, nos hace revivir en su inocencia.
Nos llena de luz, de emoción, de paz.
Pongamos en nuestro día a día una sonrisa de un niño.
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