Muchos padres están cansados de pelearse con sus hijos y no logran que cumplan las exigencias
que se les pone. Algunos padres están
tan frustrados que, poco a poco, bajan las exigencias con la esperanza de que
sus hijos finalmente reaccionen, lo cual muchas
veces tampoco da resultados. Es lamentable que se haya convertido en norma
general escuchar a padres quejarse de la rebeldía de los hijos,
los cuales cada día parecen más empeñados en llevar la contraria en cualquier tema.
Aún cuando puede ser que la
conducta del hijo sea
inapropiada, muchas veces éste sólo refleja alguna conducta inapropiada de los padres.
No quiero decir de ninguna manera que los padres sean
malintencionados, sino que en numerosas ocasiones no son conscientes de sus
propias acciones y que los hijos están modelando esas conductas.
¿A que me refiero con esto?
Hace algunas semanas me comentaron unos padres el caso de un niño de aproximadamente 13 años de edad. La
queja principal de los padres era
que su hijo siempre llegaba con una actitud negativa del colegio a la casa. Mi
primera pregunta para los padres fue: ¿Con qué humor llegan
ustedes a la casa después de un día de trabajo?
Un poco avergonzados admitieron que casi siempre llegan cansados, incluso
irritados por los problemas laborales y con pocas ganas de compartir en
familia. No necesité hacer mucho más que pedir a los padres que mejoren su actitud al
llegar a casa. Los padres aceptaron
y poco tiempo después también empezó a cambiar la actitud del hijo, incluso cuando llegaba a casa
después de un largo día de colegio.
Ejemplos como este los podría recitar en numerosas circunstancias:
- ¿Cuál es la principal causa de que los hijos se muestren
impacientes ante los problemas? Que los padres no toleren cuando las cosas no van de acuerdo a
sus planes.
- ¿Por qué los hijos mienten? Porque se dan cuenta que los padres dicen a un cliente
que no tienen tiempo cuando están mirando la TV en casa - y el hijo
escucha la conversación.
- ¿En qué familias los hijos tienen pataletas? En las mismas familias en las que los padres se desesperan, gritan
y malhumoran cuando no logran obtener lo que querían.
Por supuesto que existen otros factores a considerar
al momento de evaluar la conducta inapropiada de los hijos, pero en muchos casos los hijos sólo están modelando
(consciente o inconscientemente) las conductas de sus padres.
Tres preguntas que debes hacerte
Así que es verdaderamente necesario que los padres
sean modelos a seguir para los hijos. Para lograr esta meta, existen tres
sencillas preguntas que te puedes hacer ahora mismo:
- ¿Qué conductas no deseadas estás viendo en tus hijos? Tal vez sea arranques de ira, mentiras, desmotivación en el colegio, falta de respeto, etc.
- ¿Cuáles de estas conductas posiblemente están siendo copiadas por tus hijos de ti como padre/madre? Evalúa cómo reaccionas en circunstancias similares. ¿Puede ser que tu hijo esté copiando alguna conducta inapropiada de tu parte? Pregúntale también a tu pareja cómo reacciones en determinadas circunstancias y, a su vez, hazle ver en qué situaciones puede mejorar él/ella su conducta.
- ¿Con qué nuevas conductas positivas vas a
reemplazar las negativas? En lugar de simplemente seguir exigiendo determinadas conductas
a los hijos,
recomiendo que los padres cambien
sus propias conductas primero. No basta con exigir. Hay que ser modelos a seguir para poder
exigir. Proponte llegar a casa motivado para compartir,
enfrentar tu día laboral por la mañana con entusiasmo, contenerte la
próxima vez que algo te cause ira, etc. Ninguna conducta nueva es fácil de
implementar, pero si nos lo proponemos y si continuamente nos concentramos
en ello, tarde o temprano crearemos mejores hábitos que nuestros hijos
modelarán.
Recuerda: los padres son los líderes de su familia. Nadie quiere ser
liderado por alguien que no cumple lo que exige. De la misma manera, ningún hijo hará algo que es inconsistente entre el hablar y actuar de los padres.
Crea mejores hábitos. Crea consistencia entre lo que exiges y lo que haces.
INMA
NOTA: Cualquier duda que tengan pueden escribir al correo electrónico del blog para privado o comentar abajo
¡Gracias!
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