- Lo estás haciendo mal
- Te va a quedar feo
- ¿No puedes pensar?
- No me gusta tu habitación, está hecha un asco
¿Les suena de algo? ¿Lo han escuchado de sus propios labios, tal vez?
Muy probablemente...
Hay ocasiones en las que hablamos con nuestros hijos y no prestamos atención en la forma en la que decimos o hacemos saber cómo pensamos. Y nos equivocamos....
Y esas equivocaciones, esas malas formas, pueden afectar la autoestima en los niños.
La autoestima es un conjunto de percepciones,
pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento
dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y de
comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter.
En resumen, es la percepción evaluativa de nosotros mismos.( WIKIPEDIA)
Para entenderlo mejor, es la forma en que nos vemos y actuaremos de acuerdo a ello. Si nuestra autoestima es baja, pensamos que hacemos todo mal, la actitud es negativa, no lograremos buenos resultados.
Pues eso les ocurre también a los niños. Por eso es importante que como padres, les enseñemos a valorarse, a desarrollar habilidades y capacidades, a trabajar pos si solos, a aprender de sus errores y evitar frustraciones. Les estaremos brindando lo mejor de nosotros en su educación, ya que educar son es sólo poner límites, también hay que dejarlos que tomen decisiones, que se hagan responsables, que aprendan a resolver "problemas", y que acepten las críticas constructivas.
Las formas en la que les hablamos, es fundamental para que no se sientan mal, para que capten que queremos ayudarles. Si lo logramos en la niñez, en la adolescencia, será más fácil llegar a ellos.
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