domingo, 5 de junio de 2016

¿Falta de control o exceso de confianza?

Ultima mente no paramos de recibir noticias de "delincuentes" que usan las redes sociales y la inocencia de los niños/niñas para embaucar los con fines nefastos.

El caso de Micaela, una niña de tan solo 12 años que había creado más de un perfil en Facebook. Su madre la tenía como seguidora o amiga para controlar sus amistades, pero la hija usaba otro perfil, aquel donde aceptó la solicitud de amistad de una supuesta niña de su edad con quien iba a encontrarse, pero resultó que detrás de ese perfil estaba un muchacho de 26 años que se dedicaba a engañar y atrapar víctimas a través de perfiles falsos.
Micaela fue hallada muerta. Este individuo confesó que la mató porque quiso violarla y ella se resistió. Una víctima más de estos engaños a través de redes sociales. Un horror.

¿Qué hacemos los padres para tener control?

Controlar lo que nuestros hijos hacen en las redes sociales no es tarea fácil. Si insistimos que para ser usuario debemos estar enterados de lo que hacen y necesitamos chequear su cuenta, es muy probable que entremos en conflicto, ya que nadie quiere ser controlado y que "husmeen" en nuestras relaciones con los amigos.

Por empezar, ningún menor de 12 años puede tener acceso a estas redes. la trampa existe ya que con mentir en la fecha de nacimiento, es suficiente. Ninguna red social tiene control a ésto. Los padres si. Este es uno de los límites que debemos poner. Es responsabilidad nuestra.
¿Pueden mentirnos? Si quieren si. Debemos hablar con los hijos y sabiendo lo duro que es comentar estas trágicas historias reales, es necesario que lo sepan y estén alertas a los problemas que suceden.
Protegerlos es ser sinceros y contarles las cosas como son.

Recordemos que Facebook se inició como un espacio para jóvenes. Ahora es más usada por los padres y abuelos de esos jóvenes. Por lo tanto, hijos y nietos que se sienten controlados porque la familia se entera de lo que hacen con sus amigos, por mensajes o fotos, decidieron dejar de usar esta red y pasarse a otras, como Snapchat, Instagram.

¿Vamos a perseguirlos por todas las redes sociales? No. Ganemos nos su confianza y dejemos que ellos nos cuenten y hablen libremente.

Según un informe que sacó el periódico El País de España:

"Muchos adolescentes se quejan de lo que consideran una invasión de su espacio virtual por parte de sus progenitores, a quienes acusan de espiar sus perfiles y ser indiscretos en sus comentarios. Cada vez son más los padres que solicitan entrar en el círculo de amigos de sus hijos, algo que les otorga, como a cualquier amigo virtual salvo restricción específica, permiso para seguir sus charlas, publicaciones y ver sus fotografías. Así, para algunos progenitores, las redes sociales son como asomarse a la ventana de la vida social de los hijos, algo que, probable mente, de otra forma nunca hubieran logrado", sigue la periodista del diario español.
Del otro lado, madres y padres se angustian ante el desconocimiento de un mundo que crece y crece y que forma parte de la cotidianeidad de los hijos. Allí, su vida personal se expande, aparecen nuevos vínculos, su sociabilidad adquiere formas y contenidos diferentes a los que estábamos acostumbrados.
"Odio que mis padres estén en Facebook". "No a la invasión de padres en las redes sociales". "Cero padres en Facebook..." Los grupos que cuestionan la entrada de progenitores en las redes sociales proliferan. El fenómeno tiene una explicación. Según datos recogidos por El País, "alrededor del 70% de los padres que tienen Facebook ha enviado a sus hijos una solicitud de amistad. Y la contra parte: el 39% de los hijos que aceptó la petición los rechazaría si pudiera, según una encuesta realizada por la consultora Nielsen para la compañía de servicios digitales AOL". Es más: según los autores del estudio, un alto porcentaje de los padres utiliza las redes sociales para ver cómo se comportan sus hijos.
"Los adolescentes perciben que cuando más conectados están entre ellos, más pueden 'desconectarse' del mandato paternal. Por ello el éxito de Facebook y de las tecnologías 2.0, donde ellos son protagonistas. Ahora bien, ¿deben los padres ser 'amigos' de sus hijos en Facebook? Es una respuesta difícil y dependerá de cuánto desean ambos conocer el uno del otro", opina.
Julio Moreno, psicoanalista, doctor en medicina y autor del libro "Tiempo y trauma: continuidades rotas", ha estudiado la problemática de las nuevas tecnologías. Consultado por Entremujeres, dice: "Es un tema delicado. No creo que haya que `espiarlos´, pero sí establecer comunicaciones con ellos acerca de qué es eso de las redes sociales y, quizás, qué o cuáles podrían ser los peligros. Una fórmula podría ser decirles que si ven o les llega `algo raro´ les aconseje (padre o madre) que se lo cuenten. Además, garantizar les que no van a `entrar´ en el espacio de ellos (por ejemplo: no pedirles ser un `amigo´ de la página de Facebook). Lo importante es que los niños sientan que ellos tienen el control de ese nuevo espacio pero que, si quieren, pueden (y es conveniente) pedirles colaboración".

Es un muy buen consejo a seguir. Controlar mediante la confianza, pero sin excederse en ambas.
La privacidad de nuestros hijos y de sus amigos, es algo que debemos respetar. El diálogo con ellos es fundamental en todo aspecto. Concientizar de no permitir el acceso a cualquier persona que no se conozca físicamente, por más amigo que diga ser de tal amigo. Hay mucha información a la que se puede acceder fácilmente, por eso evitar dar datos personales, privados, contar lo que se hace diariamente, poner constantemente fotos. Y es un consejo que muchos adultos deberían tomar. Recordar que somos ejemplos a seguir.



No hay comentarios:

Publicar un comentario