martes, 4 de junio de 2013

La caja de los secretos

En la mudanza que hacíamos al vender la casa donde vivíamos de pequeños, mis hermanos y yo encontramos en un rincón de un armario al que nunca habíamos accedido, una caja grande de unos zapatos. La misma estaba forrada en papel color rojo, ya envejecido por el paso del tiempo.
En la tapa decía en letras moradas, CAJA DE LOS SECRETOS. En ese momento entró nuestro padre a la habitación donde estábamos. Al ver la caja preguntó-¿De dónde la sacaron?- De aquí, contestó uno de mis hermanos señalando el sitio.
Mi padre se acercó a cogerla y la miraba muy pensativo. Al rato pregunté-¿Qué guarda esa caja, papá?-Secretos, contestó al instante-
-Pero ¿Cómo una caja puede guardar secretos?, volví a preguntar-
Papá nos hizo sentar en círculo a los tres y luego se incorporó al mismo. Abrió la tapa de la caja. Nosotros estábamos expectantes al contenido de ésta. Se hizo un silencio. Mi padre sacó unas papeletas bien envueltas y las fue abriendo de a una. Luego nos mostró lo que cada una llevaba escritas. Era solo una palabra en letras mayúsculas. -¿Qué significan? preguntó mi hermano mayor.
Cada vez que me contaban un secreto, o que descubría algo que no podía revelar, escribía una palabra clave en un papel y lo guardaba en esta caja. Tenía nueve años cuando comencé a hacerlo y fue con catorce años que decidí dejar de escribirlas. Cada palabra me hacía recordar el secreto que guardaba, las cosas que no podía decir. Como ven, hay muchos papeles. Y ahora, después de tantos años, al releer las palabras, recuerdo aquellos secretos que guardé. Algunos no tienen mucho sentido, pero para mi eran importantes. Hay otros que son travesuras de niños, cosas que te pasan cuando entras en la adolescencia, confidencias entre amigos, cosas que ocurren con los padres.
Ahora ya no tienen sentido guardarlas, es tiempo de deshacerse de ellas, porque los "secretos" se han convertido en recuerdos con los que me voy a quedar. Me llevo las papeletas para la basura, ¿Alguien quiere la caja? Preguntó papá mirándome con complicidad y grité, -Yoooo-
Así fue como obtuve mi caja de los secretos, la misma que ha tenido mi padre y la que guardo para regalar a alguien importante.


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